
El reciclaje es un proceso mediante el cual los materiales que ya no se usan se transforman en nuevos productos. Esta práctica ayuda a reducir la contaminación ambiental, conservar recursos naturales y fomentar hábitos sostenibles. Reciclar no solo es un acto individual, sino también una responsabilidad social que beneficia al planeta y a las futuras generaciones. Cada acción cuenta, desde separar los residuos en casa hasta participar en programas comunitarios de reciclaje.
Reciclar es fundamental para proteger el medio ambiente, ya que disminuye la cantidad de basura que termina en ríos, mares y vertederos. Además, permite ahorrar energía y recursos naturales; por ejemplo, producir aluminio a partir de material reciclado consume hasta un 95% menos de energía que fabricarlo desde la materia prima. También contribuye a reducir gases contaminantes, fomenta la economía circular generando empleo y permite que los materiales tengan una segunda vida. Por último, promueve la educación ambiental, sensibilizando a las personas sobre la importancia de cuidar el planeta.